Coco Mademoiselle de Chanel es el perfume que más me identifica como mujer, al igual que el perfume de Chloe y Stella de Stella McCartney.
Es uno de los olores más sensuales y sofisticados que puedas encontrar en el mercado de lujo en perfumería.
Este formato 100 ml es el segundo más grande (200ml). Su precio es escandaloso pero, sinceramente disfruto cada gota de este producto, que dura más de un año y hace que el momento de perfumarse sea muy especial.
Pertenece a la categoría de perfumes con aromas orientales, florales y frescos con aromas delicados a rosa y jazmín entre otros.
Su aroma me parece muy compleja de definir sólo con esa descripción por lo que os aconsejo probarla en perfumerías y dejar que se asiente en la piel durante una hora para descubrir todos sus matices deliciosos.
El formato es cristal y su tapón contiene una cenefa grabada con la insignia de la marca.
Este aroma está disponible en su versión «intense». Al principio dudé si recomendaros esta modalidad que salió al mercado en este año 2018; sin embargo cuando se asienta en la piel los matices son casi idénticos al perfume que os reviso hoy. Además he dedecir que no sé por qué motivo pero Coco Mademoiselle Intense me dura menos sobre la piel, cuando debería entenderse todo lo contrario.
Si te gustan los matices muy delicados y los envases modernos, dispones de Coco Mademoiselle en su versión Eau De Toilette, la cual considero casi igual pero con los matices frescos o cítricos mucho más acentuados.